Que no se apague la luz de tu pupila,
ni se enturbie el manantial de tu alma pura,
que no falte en tu rostro la sonrisa,
que no empañe tu vida, la amargura.
Sé feliz, aunque en el camino haya tunas
y si acaso el horizonte ves lejano…
recuerda, que la constancia vence el cansancio
y paso a paso, a la meta llegarás con entusiasmo.
Cuando estés en esa cima anhelada,
el triunfo disfrutarás, en santa calma,
pensarás...
por hacer no queda nada
y se henchirá tu alma, emocionada.
Y cuando llegue la hora señalada,
porque aquí ya termina tu jornada,
te irás en el carruaje de la alborada,
con orgullo dirás, no me llevo nada...
Gracias Creador por cimentar mi vida,
eres el arquitecto y mi guía,
mi labor la doy por terminada...
aquí queda mi obra ¡patentada!
Felina