LXXXVII
Si es La Soledad De Gómez Jattin
El placebo tutelar de la mía
Qué máscara que cuando perros mira
Bendijo el mar de su circunstancia
Luego como un taxi conspirando
Se animó a ver los malecones
La inagotable arquitectura
Y el cansancio de una orilla
Y vino a mi casa con dos dagas
La mala hora de un buen espejo
A devorarme con su tierna danza
Y así el vaivén que me censura
Se adiestra a ver carne desnuda
En la catadura de un fantasma