MANOLO TUA

YERMO

Al caer el tiempo

La soledad se agiganta

Y penetra entre

Las abismales grietas

De una esperanza fantasmal

 

La noche se hace eterna

Con su permanente peregrinar

En la claridad del insomnio

El sueño se torna inalcanzable

Cabalgando en las crines caprichosas

De una evocación intranquila

Se desboca en el orgullo

Y se apoya en su propia soledad.

Como trinchera ineludible