Henry V

De miedo y amor

Hay un miedo



Es el viejo telar del instinto
Padre de ánimas 
Careta de la muerte en la verbena de la guerra
Su nombre se dice en un crujir de dientes con la boca seca
y la soledad en un relicario 


Es un poema a una mujer sin tumba
El espasmo de un ojo fijo en el hambre de un niño
La infertilidad
Es el pan del diablo
Se sienta en mis kioscos
Como réquiem en los huesos

Es la lira de la ausencia
El tumulto del tiempo en mis vagones de rumbo fortuito
Agolpe de días con final en la injusticia
Humedad que hizo roca al fuego
El oro que se hizo piedra de tropiezo

Tañe como aullido de un cuerpo vacío
Escribe un epitafio bajo mis ojos con sus signos negros

No quiero voltear para no hacerme de sal
Pero me ve con lujuria
Y a veces me hace tanta falta el deseo 
de unos ojos que no sean los míos


Hice tantas puertas
Coleccioné llaves
Te buscaba como se busca refugio del frio

Sé de tu voz antes de conocerte
De tus letras que se parecen a mi sangre de niño
De tus formas de amar inmaculadas
Del dialogo con mis hijos en tu seno
Del sabor de tu pimienta rosa 
De tu pecho y su nido
Su canto de mañana y aroma de violencia


Conozco el veneno en las lisonjas del miedo
Ya estaba dicho que tu pecho sería la cura

Te tengo orquídeas en vez de palabras
Manos diestras y mi beso limpio
Por eso la ternura la sonrisa
La voz que maduró cantándote en bosques
Ya fueran de fuego o piedra
O sal o nostalgia
Porque de cualquier manera posible llegarías
De alguna manera sabías del corazón en sitio
De la libertad envenenada
De la verdad silente
de la tristeza que fatiga los pulmones
¡Oxigeno mío!
Porque nuestra unión la escribió un profeta
Con el verbo infinito una tarde de paraíso y miel.
No necesitas…
No debes decir que me amas
mi vida basta para decirlo todo

El filón de amor
Me hizo de agua buena para tus rosas

Aguardé entre el dolor y la discordia
Con las manos en suplicio
Y un rezo monosílabo
Implorando tu presencia

Por eso mis palabras pálidas
Por que guardaba para ti la sangre nueva
La que alumbrará tus piernas y tus sienes
La que llenará tu río sagrado
Espasmo por espasmo

Seré destino en flama
Para el incendio de tanta raíz silvestre
Sembraré nuevas palabras
De testamentos para enamorados.