Hablar de Dios siempre hace bien,
porque toco mi mejor lado
y el de mis semejantes,
el izquierdo.
Contigo aprendí que sumamos mas que dos
si somos uno,
que sustraer una vida es inoportuno,
y que nunca nos podremos dividir
porque multiplicaremos amor para el futuro.
Aunque a lo largo del tiempo
siempre se ha intentado definir al amor
con versos y composiciones hermosas y brillantes,
no existirá jamás alguna
que lo defina exactamente,
porque en cuestiones del corazón
siempre habrá algo que inventar,
dar y demostrar,
nunca existirá quien tenga la última palabra.