Eres cómo el suave viento
cuando acaricias mis cabellos,
cuando refrescas mi rostro
enrojecido por el calor intenso.
Eres el que seca las lágrimas
que resbalan por mis mejillas
cuando soy presa de la tristeza,
o cuando me atrapa la felicidad.
Eres tú, toda dulzura en mí
que se que existes como el viento
aunque no te pueda ver,
ni me haga una imagen de ti.
Sé que existes porque veo tu mano
en todas las cosas bellas que nos das
y que nuestros ojos pueden admirar.
Se que estás ahí, porque siento tu calor
en cada instante que te necesito,
porque no necesito llamarte,
ni implorarte a que me ames,
tú lo haces porque eres infinito,
inexplicablemente bondadoso.
Me escuchas en cualquier momento
solo me basta elevar mis ojos al cielo
mostrarte las palmas de mis manos
para que me abraces y me hagas sentir
¡ Que existes!
D.R. 66ARCOIRIS
25/10/2013