Una tarde en que triste se ocultaba el sol
Me contagió de su nostalgia y sentí
La pesadez de tu lacerante ausencia,
Y caí en la cuenta que sin ti, sin ese amor,
Soy simple peregrino que arrastra los harapos
De su insípida existencia, un paria sin dirección.
Sin ti, soy guitarra descordada, un torcido diapasón,
Soy inquilino de edificio para demolición,
Una noche sin estrellas o luna tras nubarrón.
Sin ti soy sendero intransitado, quizá cerebro bloqueado.
Pero sin ti no estoy, porque en tu ausencia no hay olvido
Y aunque el silencio haya herido, tú eres bálsamo de amor.
D.R. Vozdetrueno