Adrian VeMo

Nieve

 

Miro las crestas de nieve

en los coches que cruzan las avenidas

restando la velocidad de su prisa.

 

La nieve es un ángel socarrón.

 

El viento tiene uñas salvajes

que no perdonan,

se escurre y deja su nombre aterido

escrito

en mejillas, en manos y sienes.

 

...Ya no es domingo

y lucho contra esa corriente de imágenes

que quieren empañar

tu lúcida sonrisa 

que se me escapa como arena,

y creo que tus pies inventan caminos

hasta mi pies

en las difíciles espumas sólidas

que el cielo

dejó caer.

 

Ingenuamente creo

que volverá a quemarme de inocencia tus ojos,

a mentirme tus pestañas

en el parpadear,

a mentirme yo que los años no son abismos.

 

Mira

que mis manos, como dos gatos,

ronroneaban en tu cintura.