DEL EJÉRCITO TUYO
Cortando estoy al sentimiento,
que dentro mío no debiera estar.
Dejando voy a los recuerdos,
que de mis mañanas se deben marchar.
Marcando voy con las botass,
estos pasos de militar.
Olvidando borro las notas
de esta ilusión que debo matar.
Y del Sol a la lluvia estaré,
entre los campos de ramas sin florecer.
Y del catre mío a la muerte desfilaré,
con los pasos redoblados en el amanecer.
Mientras confuso beba el amargo sudor,
en silencio profundo tu nombre diré.
Y si la sangre callera sintiendo dolor,
no importa lo que piensen; me levantaré.
Apretando gatillos o soltando seguros,
la esperanza mía no morirá.
Porque mis días serán muy duros,
y tu palabra me fortalecerá.
Y los cantos de guerra entonaré
a la forma tuya de oración ¡Oh Rey!
Y mis gritos en batallas no callaré,
por ser un hijo digno de ley.
Pues en tu ejército muy pronto marcharé,
al mando de hombres necios de superioridad.
Mas bien tu nombre exaltaré,
ganando así respeto y lealtad.
Y al fin de la noche dormiré en paz,
en futuro lejano orando en soledad.
Y diciendo al Padre con verdad...
Gracias mi Dios... ¡Ya soy General!.
Martin Ruiz Díaz Díaz.
27/agosto/2010