Dios apiádate de mí
Dios todopoderoso, soberano y rey del universo, concédeme las fuerzas que necesito para soportar este dolor que me quema los cimientos, porque en el camino se han levantado altas barreras de incompresibles soledades, que no permiten en paz seguir.
Señor no dejes que el frío desaliento se apoderé de mí, cúbreme con tu santo manto, porque soy tu creación y de nuevo necesito de ti.
Padre todopoderoso, pon luz en mis sombras, mas amor en mis manos y no permitas, que esta angustia me haga ansiar morir.
Dios de la creación, hoy de nuevo acudo a ti y con mi espíritu en tus santas manos, te pido padre, apiádate de mí, humildemente te lo pido y que no se haga mi voluntad sino la tuya, en el nombre poderoso de Jesús amen, amen, amen.