No olvides de esa tarde del 2002
el ocaso y el reloj
La Previsora con su encanto
y el café del Garden Gate
que en su segundo piso, nos cobijó.
Una tarta de guayaba
y un Club House picado en dos,
nuestras tazas rebosantes
del mokachino que te encantó..
No olvides de esa tarde,
que tu mirada se perdió
extraviada en ventanales
en busca de un algo que no era yo.
Un futuro que siendo incierto
en verdad se convirtió
con premonitorio concierto de lamentos
que en la noche acaeció.
No olvides de esa tarde,
en que mi último aliento esperanzado, expiró
y que al pagar toda la cuenta
tu cuerpo de mí, decidido se alejó.
Divagando en soliloquio
Yo camino a solas… a veces
al boulevard que me embaucó
con la belleza de la tarde,
con la noche de detalles
de música, ritmo, luces y color
y voy acarreando en mi espalda
como clinejas colgadas
los recuerdos de ti, adorada,
chica del Garden Gate Café
de inaudita y extraviada mirada.
No olvides de esa tarde…
que el amor insoslayable
tocó musitando en tu puerta
y tú con presuntuosa respuesta
me consideraste del entre todos,
el ser más improbable
que a tu puerta golpeó.
Superación
En once años y pasados
un vuelco la vida nos dio
mas afianzada mi testa
de cuando ti mi barca zozobró
buscándote entre ventanales, que en muchos años dolió.
Que la soledad de tu ambiente
ahora busca mi corazón
ya cuando has matado la pasión
y desperdigando lozanía
en los otros muchos brazos que te dieron calor.
Que los trozos platónicos de mi agonía
que las insomnes noches frías
en once años y unos días
cambie por un rostro alegre y feliz
que en mi interior existía
y nunca acertaste en su valor.
EPEV. Oct2013