valentino arrabal

BALADA PARA UN CORAZÓN NO ARREPENTIDO

Al marcharte te llevaste algo de mí

Algo que no era tuyo totalmente aún

Me refiero a eso por el cual callamos

O mejor dicho, que callé ante tu disimulada complicidad

Pues no veía como confesártelo

Sin no dejar de temer por lo que escucharas,

No tuve el valor de expresar lo que sentía por ti en ese momento

Y las tantas veces a tu lado

Rondándote, mirándote…sólo mirándote

Tragándome esa bendita palabra que lo delataría todo

Pero no, no quería salir de esa especie de encantamiento

Encantamiento cada vez que te contemplaba inocente

Y la ensoñación que provocaba

Al callarme lo que sentía,

Como tratando de apagar el fuego

Regresándolos a las cenizas

Y tenerlas allí adentro

Atesorados en algún rincón de mi alma

Escogido premeditadamente por un temeroso corazón,

Para que en mi más deliberada soledad

Pueda yo embriagarme

Con esa ínfima y esperanzadora promesa de fuego

Centellando caprichosamente ante la proximidad

Liberadora de esa hoguera irrefrenable

Llamada pasión,

Pasión por  consumirme dentro de mí

A través de ti o pesar de ti,

Pero  ahora que te has ido

Solo esas cenizas quedaron,

Quedaron donde debieron quedarse

Añorando tal vez tu regreso

O para concluir al final

Que todo no fue solo eso

Un caprichoso juego del amor,

Y por eso no te he olvidado

Ni te olvidaré

Y yo solo sabré un cosa:

Que seguiré esperándote.