Otra vez el dolor corriendo en tu vereda
otra vez el canto silencioso de un pueblo
que aún no resigna sus ideas…
Otra vez las siluetas fantasmales
de los que otrora defendieron con sus vidas
aquellos certeros y profundos ideales…
La miseria por doquier desparramada
en tus altivas vidrieras mortecinas
con colchones y sucios trapos viejos,
le dan marco al pueblo que camina
a rendir su postrer homenaje
a aquel que ha cambiado mi Argentina.
Ese pueblo cabizbajo que transita
con la vista perdida en una estrella
y que lleva su genio y su figura
en su pobre corazón que tambalea
porque sigue defendiendo las banderas
con las cuales dibujara su existencia…
No detengas tu marcha pueblo mío
por favor… no la detengas
sabemos que es tan solo algo sombrío
que se interpuso entre el sol y las tinieblas
te propongo que avancemos firmemente
hacia espacios infinitos de alegría
porque así todos juntos forjaremos
los eternos albores de la vida…
No nos dejes, no te dejes, no me dejes…
sepamos compartir las añoranzas
que tramo a tramo nos cubren de templanza
la vida, los sueños y la muerte…