Donaciano Bueno

Inocentes...¡condenaos!

Poemas de sinrazón y hedor pudrientes,
de amigos que han pasado a mjor vida,
de los otros que tuvieron mejor suerte,
de crueles historias por nosotros revividas.
 
Cantares con canciones ya dormidas,
pentagramas con sus notas decadentes,
letras repletas de experiencias reprimidas,
de sonares y soñares deprimentes.
 
Poetas que han escrito sus cantigas
en esas crudas horas de soledad silente,
voceros cantantes, de provocación aurigas,
de clamores y plegarias indigentes.
 
Versos que sobre el vil patítubo recitan
cual gotas de sudor, traición, dolos y muerte,
hoy sobre el marmol de tus mausoleos repican
¡maldita sea la vida y qué maldita suerte!
 
Gentes de otras tierras que desconocen tu penar
esputos ahora lanzan sobre tus ánimas dolientes,
para con sentencias infames tu cuerpo rematar
sin atender las súplicas de vosotros inocentes.