Montaña muda, de colores opacos,
otoño invernal sombras que nacen,
camino empedrado, pasa el día
las nubes claras, recorren despacio
entre pastos y llanos;
como sombras, tus palabras
me acompañan al alba
he leído, entre líneas curvas,
tus labios y recojo en besos,
esa mirada mientras te dibujo
y soñar cuando duerma, me arrope
en ellos y descanse en tu regazo.
El calor del alma amada, se acurruca
a mi lado, mientras sonríe la noche
al alborear el día, la luna se despide
duermen los grillos a la luz de
las luciérnagas, el ocaso emergía
las flores,regalaban sus aromas
en besos, el rocío presumía al ver
despertar de mi jardín lo que recibías.