Y la burbuja se incendió
y crepitó sobre la noche delicada,
iluminando a borbotones los océanos oscuros;
las graves inmensidades
de sonidos que coagula el tiempo,
como explosiones suspendidas en ámbar.
Leves existencias de marfil
escalan las burbujas que se incendian
bajo la plácida sombra de un árbol de estrellas,
que desvela su danza sobre el pulso del mar.