carminha nieves

DE TODO SE HACE LA VIDA

 

 

Nunca me he apercibido, si lo que sentías por mí  alguna vez fue amor, como pienso que será. Calor de cariño, besos sentidos, no los me has dado. Nuestra relación lo sé ahora, no era lo normal. Como ingenua que era, nunca me apercibí. Lloraba tantas veces, creo que empecé al día siguiente de casar hasta que he secado mi llanto. Pero vivimos, algunas carcajadas, momentos raros de alegría y me gustabas mucho. Nunca dijiste que me amabas, nunca me acariciaste, por dos veces quise separarme, por cobardía y pena por ti no lo hice. Eras solitario, eras solo tú. Tu mundo, era tu empresa, tu trabajo y poco más.

Hoy, siento tu falta, mismo con la vida que tuve, por lo menos no demostrabas lo que no sentías. Sola, andando por la calle, sin gusto por nada, ando por andar, la vida es el suelo que piso, el camino casi terminando. Donde está aquella chica, aquella mujer que solo quería ser amada, no lo se.

Al marcharte, algo de mí ha ido contigo,  lo menos que soy, la triste que a todos sonríe, solo ha quedado eso.

Cierto que podía ser un poco oh bastante más feliz, pero no me dejan y las lágrimas volvieran, tanto mal me hacen, que no lo entiendo. Lo poco que me queda para vivir me lo están robando, por nada. Mi vientre fue morada de alguien, en su calor la he guardado hasta que nasció. Hoy no sé para donde ha ido.

Ni solo se muere cuando dejamos de respirar, lo hacemos veces sin cuenta mientras vivimos.

Parece que vivo sin  la luz del día, solo con bombillas encendidas, como si fuera siempre noche. Por veces la oscuridad me envuelve, pues  las lámparas se apagan.

Durante tres semanas trabajando como no es normal, con mucho  costo, he cambiado de casa. Los talones parecían que tenían herraduras, de tanto andar. Cervicales  quejándose de tanto esfuerzo. Pero lo hice, a mil penas.

Toda mi vida fue trabajar, con gusto lo hice, no me gusta estar parada. Lo único que falta es mi interior aceptar la indiferencia con que me tratan. No hay ni vislumbre de conseguir que la razón  los coja y los haga hacer para su bien lo que deben.

En este piso veo sin fin el cielo, las casas, puentes, es agradable, poder tener el paisaje enorme que mis ojos no distinguen bien lo que es, por la distancia. Y pienso,” tanta gente, tantos edificios y yo sola.”

Como perrita abandonada, en medio de nada, desorientada, ya no sé lo que busco.

Quizá el olvido de saber que todas las personas que me metían en el corazón era solo por interés.

Tengo un compañero, pero  no puedo quejarme a el de mis desilusiones, no lo merece y lo sabe.

No quise meterme en medio de la voluntad de mi familia, por nada estropearía, su vivir. Lástima que no lo hagan  conmigo. Mi amigo, no ha quitado el lugar a nadie, no sé por qué tanto rechazo hacía él.

El poder de Dios es infinito, tarda  un poco en venir, pero viene. Lo espero y todos los días, mi primero pensamiento es para Él. Lo necesito como el aire que respiro, para ayudarme a solucionar lo que es tan fácil y se vuelve casi imposible por mala voluntad de quien solo  se perjudica con sus acciones.

Unos tiempos sin escribir,  por falta de tiempo.

Ahora con la casa ya limpia, perfumada, confortable, volveré a hacerlo. Mi diario terminará cuando yo termine. Así como tanta gente que he puesto en mi lugar para contar sus historias.

Saborear la vida, es bueno, sin especiarías, con su sabor natural, siempre desde que me conozco lo hice.

He aprendido mucho, he alimentado mi saber, he entrado en rincones ocultos de mi sentir, en realidad me conozco muy bien y sé cómo soy. Mezcla de sentimientos, de ternuras y desventuras, de saber sin mirar lo que me tocará mañana. Nunca me engaño.

Sin mucha inteligencia, pero con una sensibilidad extrema, siento y antes de que las cosas pasen ya lo sé.

Cambiar mentalidades, no puedo, pero tampoco cambiaré la mía.

Extraña es la vida, extraña es la amistad, extraño es el amor y desamor. Extraño es el ser humano. Lo único que no lo es son las lágrimas que sin permiso resbalan por tu cara sin permiso. Pero secan y te dan paz y la sonrisa en tu boca.

Que entre estas paredes, nunca me falte el pan, cariño y fe que mañana será mejor.

Con poco me alimento, con poco vivo, con mucho amor nunca sentiré hambre ni deseo de tener lo que ya tuve.

Porto 28 de Octubre de 2013

Carminha Nieves