Muñequita de cristal que en tu pelo
se enredó la noche.
Que alguna vez tus amores fueron para mí.
Le pregunto a la distancia si me extrañas,
si me recuerdas como yo lo hago por ti.
Muñequita de porcelana que en tus ojos
guardaste las estrellas del cielo.
Escucho el eco de tu voz en el viento, que dice:
Te quiero, te quiero,
tanto como los poemas que me has de escribir.
Muñequita de día que mi amor
febril fue para ti.
Vive felices tus mañanas.
Que en la imaginación vives y en mi corazón
ya eres feliz.
Muñequita de blanco marfil.