Por qué es tan difícil amarte, hombre especial, si en mis solitarias noches entre sueños me desvelas. Estás aquí presente fluyendo tu pasión por mis venas, pronunciado tu nombre sin respuesta. Huracán de los vientos traicioneros que no cesan, entre la almohada, tu distancia y mis anhelos. Me oprime el alma no tenerte a mi lado, me resisto a tu ausencia, agonizando en busca del perfume de tu piel.
Ensordece mi alma mustia cada despedida, pasan las horas, cruel reloj latiendo al unísono del corazón, alterando sístoles y diástoles, melancolía de ausencia.
Espejismos se cruzan, atraviesan, penetran en mí, percibiendo tus manos tallando sobre mi piel el lenguaje silencioso de las caricias más preciadas. Caudaloso océano de cuerpos extasiados de amar, llegando al cielo, descendiendo lentamente en el vuelo, mientras replegamos nuestras alas fundidas en el placer del amor.
La soledad no toma distancia, mis pupilas anclan su dirección en la espera de tu regreso, ¡simplemente por que te amo!
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STELLA CRISTINA ROSENDE TAVELLA.