Vencido el cordobán que cubre mi ser,
desde que trazaste un circulo de estrellas
al rededor de mi nombre,
lo cuelgas en mi oído, cálido
sonoro con el eco de tu risa .
Todos los vitrales rotos, tuyos , míos ,
se unen en abanico de caireles luminosos
cuando te sumerges en mí
sobre este mínimo barco de madera crujiente
Vencida...vencidas van mis alas
sobre tu armadura irredento caballero
un aire perverso gestado en el océano
aviva el paroxismo de la sangre
que enciende faros indefectibles al fondo del alma
Y es aquí amor,
bajo los postigos de este santuario
destinado a lo prohibido
donde fundaremos una nueva religión
para bautizar el hijo que ha de nacer
de esta locura.
Vencida estoy entre tus manos ..
Alejandrina