Perdón Señor, mi Dios,
no siento navidades
veo desde que crecer
pibitos como alambres,
ancianos hacinados
Envejecer con hambre;
o casi niñas, madres, llevándose a la boca
Sustancias tan dispares,
que siento que un ejercito de grandes orfandades
con "guachos" peligrosos Vagando por las calles
inundará la Orbe,
con tantas realidades
que no podra parar
tu cruz
Tu Cuerpo y Sangre
horrible atrocidad
todos y permitimos que avance
Avance en solitario
Señor,
yo lo lamento
quizá no sea el día
la hora ni el momento.
Perdón, Dios, Jesucristo.
Es esto lo que siento ...