dicen que no
pero sabemos que sí
están irremediablemente enamoradas
de esos ideales hombres
que lloran con películas
y se emocionan con viejas canciones
aguantan largas noches de vigilia
y entretejen historias que no sucederán
comprenden
aceptan
toleran
cualquier cosa
nadie entiende por qué
de un día para otro
dependiendo de la escolaridad
se chiflan por freddy mercury
escuchan a klaus nomi
a tchaikovsky tal vez
o aunque sea a juan gabriel
que para todas hay
y se emocionan leyendo a oscar wilde
o a federico ahora que ya saben
ni ellas mismas podrían explicar
por qué se los disputan en silencio
por qué se avienen a tejer los días
penélopes de soledad y viento
sabiendo que no viene lo que anhelan
y no vendrá jamás lo que soñaron
como gaviotas ciegas
se estrellan contra enormes arrecifes de granito
día tras día
y mienten siempre que no pasa nada
mientras sollozan cada cierto tiempo
con la cara metida en las almohadas
la paradoja de su amor perfecto