Ya no me quedan más lágrimas
mi hijo, sigue en el hospital.
Y, yo, me siento como un animal,
enjaulado, triste y desorientado.
Preso, de mis ideas, de mis actos,
más, un libro es mi gran legado,
pero, ya tengo 37 años,
y me siento viejo y muy cansado.
Solo quiero 3 cosas en mi vida,
una casa, paz, y, un buen salario,
y no tengo nada de eso todavía,
espero, que alguna idea de frutos.
Y, en este país, llamado Chile,
faltan tantas cosas por perder,
y, más por aprender y creer,
así, es mi vida triste y simple.
Chile, es muy espectacular , sus vinos,
sus mujeres, sus culturas, sus laberintos,
de pasiones, rico en ideas y lecciones,
y, a mi me queda mucho que recorrer.