fernandocardonakaro

poemas

APENAS AGUA Y SAL

 

La negra pescadora en su bohío,

Solo tiene agua y sal,

Se va con su cordel y sus dos niños

A la orilla del mar,

Ellos en la escollera silenciosos

Esperan a mamá

Y ella lanza a la mar su cordel tenso

Esperando el tirón

De algún pez que como ella solo tenga

Apenas agua y sal

 

 

 EN LA MAR

 

Ebrio de luz y sol, de azul y verde,

De la marina brisa y el rítmico oleaje,

Del vaivén de la vida sobre el danzante mar,

Cuna donde los dioses sueñan su eternidad.

 

Aquí cierro los ojos y dejo de pensar

Mientras en absoluta laxitud voy y vengo

En la undívaga hamaca de las arrulladoras

Ondas en que mi espíritu se aparta de mi cuerpo;

Y mientras como el tronco de envejecido árbol

Traído por las olas desde ninguna parte

Mi carne ajena al tiempo y libre del espacio

Permite que mi ánima viaje al azul profundo

De oceánica sima donde medra el origen

Y desde allí en la punta de un vertical tsunami

Lanzado con la fuerza de los puños unidos

De Neptuno y Eolo,

Ascender al pináculo más alto del relieve

Para observar el paso de los absurdos seres

Que nacen, crecen, medran y a la natura agreden,

Sin pensar que al hacerlo, junto con ella mueren

 

 

Marasmo 2

 

Esta tranquilidad tan abrumadora

Que no propicia nada, bueno ni malo,

Al espíritu sume en voraz marasmo

Y a los cuerpos consume en la abrazadora

 

Caliginosa bruma de gris modorra

Que a los nativos hunde en letal letargo

Que en silencio los lleva por ese largo

Caminito del ocio, socio de inopia.

 

Esta tranquilidad donde nada pasa

Y solo pasa el tiempo pero no avanza

La vida en pos de nuevas metas que atraigan

 

A estos entes que al ocio no se le zafan

Porque ellos son criaturas que no se afanan

Por evitar que el mundo encima les caiga

 

 

fernandocardonakaro