Amor… pasan los días y las amarguras
Se impregnan a mi anémica existencia
Desde que te has ido ya nada es igual
Ya nada tiene color y se tiñen lúgubres las horas,
Languidecen huérfanas las alegrías,
Y se pierde en lo insondable
Cada beso que mis labios a los tuyos quieren dar
Y se advierte en lontananza
El destello azulado que me envías atreves de la distancia,
Y en el eco callado del espacio
Viaja la dulzura de tu voz
Entonando un te amo desolado
Y pensar que te tenía
Y al cielo pedía un poco de emoción a nuestras vidas
Hoy en plena ufanía
el destino se regocija teniéndonos en lejanía
Y la flama rutinaria se encendió en llamas de agonía,
Y tú en tierras extranjeras solo, cansado y triste
Me llamas y me esperas,
Y yo aquí rogando al cielo a ti me lleve,
Y a si juntos de nuevo
La vida siga su policromía,
Las amarguras se desvanezcan
La angustia se sosiegue, y el amor de nuevo viva.