EL NIÑO DE MIS OJOS
Yael…
nombre de ángel
el cielo decidió apodarte.
Dulzura diminuta
esconden tus frescos ojuelos,
nubes de algodón en tu sonrisa,
regalo del Dios supremo.
Tu nacimiento fue
una batalla campal…
la oscuridad de las sombras
trato de ocultar/ tu bella voz de profeta,
mas mi clamor venció
la maldad destructora que había en ellos.
Naciste para algo que contaran las estrellas,
guerrerito que peleas contra todos,
contra el mundo.
y solo te vence el sueño.
El niño de mis ojos,
el que me dice:’ papi…te amo’
y me lo creo.
Ojala siempre el amor
fuera como el que tú das,
que mientras más te regaño
mas aun, no impides perdonarme,
tan sólo una mirada
y todo esta arreglado.
Cada noche te cargo
y te acuesto en tu cama,
no pensé que los ángeles durmieran tan bonito.
En ti veo mi rostro que a veces me sonríe,
pequeño juguetón
que todo descompones…
me enseñas la paciencia,
a crearme un mañana,
a mejorar mis tácticas
de cómo contenerte…
que dicha el ser tu padre.
Gracias señor del cielo,
ayúdame a imitarte
para que él me imite.
Quizás te hagas poeta…
tu boina lo revela,
espero cuando crezcas
puedas leer las cosas
que te escribió tu padre…
un poeta que sueña
con la vida y lo eterno,
y que con éste verso
te resume una vida,
diciéndote al oído
¡Que siempre te amara!
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