Mi alma se enternece
y en su interior se mece,
el sentimiento que cada día crece,
como un rayo de luz que resplandece.
Hay un temblor en mi que me estremece,
esperando el momento en que me bese
el sol, que el ocaso languidece…
mientras la tarde poco a poco palidece.
La gaviota en el árbol se guarece,
el tenue oleaje la barcarola mece,
el día va muriendo y se oscurece
y el amor que por ti siento... se enaltece.
Felina