Él estaba perdido,
perdido como cualquiera
en busca de su destino.
Su fe rompía violenta en las rocas,
alumbrando una espuma indomable
negra como el ébano, brillante como el sol.
Desesperado, al borde de la caída.
Cascada de cabellos marrones de aurora.
Y si abre las alas y escapa?
Y si se zambulle en los rizos de agua?
El estaba perdido,
perdido como cualquiera
que ha encontrado su destino.
Se vieron centenares de alas en el cielo,
un bote abatido a los pies de la melena.
Se escuchó en los árboles un grito,
del que escapa o quizá del que encuentra.
El jamás dejo de estar perdido
ni se encontró, ni lo encontraron
A veces cierro los ojos e imagino.
! Voló para ser libre ¡
! Cayo para ser amado ¡