fernandocardonakaro

TELECE

EL  TE,  ELE,  CE

 

 

Muy bonito el telecé que los gringos nos imponen,

Ellos nos compran bananos, café, carbón, pieles, flores

Al precio que ellos deciden como lo hacen los hampones,

Porque son materias primas sin agregarles valores.

 

Y por ese favorcito de pagar a precios magros

Los productos de la tierra de la América latina,

El gobierno colombiano les permite por veinte años

Invertir libres de impuestos, impulsando nuestra ruina.

 

Y por si esto fuera poco los mercados nacionales

Se inundan de mil productos hechos con tecnología

En la industria de los gringos, que llegan a precios tales

Que imposible es competirles con nuestra industria nativa

 

Y además por ser adictos a marcas americanas

No consumimos lo propio aunque tenga calidad,

Por ello las mercancías nativas pierden demanda

Y se quiebran las empresas de la industria nacional.

 

Qué bonito el telecé que defiende el mal gobierno,

Muy bueno para los gringos, pésimo pata el país,

Con el vendrá el desempleo de campesinos y obreros,

Pero el gobierno lo pinta como un futuro feliz.

Qué bueno podrá tener un tratado comercial

Que nos importa alimentos y  mercancías a granel,

A precios bajos, es cierto, pero sin beneficiar

Al pueblo que sin empleo no tiene ni pa comer?

 

Qué bonito el intercambio donde vendemos barato

Pero la tecnología que nos vende el gringo infame,

Es pagada a precio de oro porque como en un atraco

Condición leonina aceptan nuestros gobiernos inanes.

 

A dónde va el telecé en América latina?

A quien le toca el banquete y para quien la bazofia?

El rico se come el pavo, los pobres plumas y rila,

Y el telecé es la miseria de México a Patagonia.

 

Pero no es menos nocivo el telecé con Europa,

De allá llegarán la leche, los quesos y maquinarias,

Que le bajarán los precios a lácteos y otras cosas

Y mandarán a la ruina a las regiones agrarias.

 

Así las cosas al pueblo le quedarán dos caminos:

O alistarse de milicos pa defender a los ricos

De las furias populares en busca de sus destinos

O meterse a clandestinos pa combatir los milicos

 

Y con ellos la jauría de un gobierno corrompido

Que por mantenerse arriba poco le importa el desangre

De los soldados hambrientos contra el pueblo desnutrido

Mientras ellos vuelan lejos como pájaros cobardes.