CarlesCampomarescritor

Lagrimas de morfina, del libro Segundos poemas nunca fueron buenos

Morfina de lágrimas de acero,
llantos de Dulcinea de desespero,
metamorfosis de oro a incienso,
bromuro tomado en el desespero.

Morfina de dulce sabor ardiente,
en copa de oro fundido,
de lo que fue una sirena sin cola,
que desapareció por el olvido.

Morfina que se comió las nubes,
por el aroma desesperante a amor,
camuflado a gotas de lluvia inhaladoras,
sobre Dulcinea que fue amante.

Lágrimas de morfina mortales,
amor matado derramado en copa,
de oro fundido en ceniza,
tomada por Dulcinea en Niza.