Rosa Baladron Rodriguez

EL VACÍO

Vivía su alma

prisionera entre cadenas,

sin alas para volar

y salir de las tinieblas.

 

Vivía su corazón escondido

en la celda de su pecho,

no tenía cobijo ni un nido

para reposar de sus delirios.

 

Vivía sin un lugar,

donde su cabeza descansar,

sus penas eran la almohada

que cada noche la abrumaban.

 

En su cabello revuelto,

habían desaparecido los rizos,

sus labios de carmín,

inertes de cera pálidos,

no tenía horizonte ni destino

ni barco ni timón,

no conocía el camino,

su brújula marcaba el vacío.

 

El vacío que en la noche

oscura del alma está presente,

todos hemos de afrontar

a la hora de la muerte,

su imagen nos viene a buscar.

 

De ese vacío inmenso,

surge el Agua de la Vida,

la Fuente de la libertad

y vuela el Ave Fénix de la paz;

es la riqueza infinita

de donde nace la sabiduría.

 

De la nada nace el TODO,

una verdad para vivirla.

No tengas miedo, te salvará.