Te quiero y me quieres vida
tanto así que en ti yo muero,
con amor tan valedero
que lo exclamo bendecida.
Un sentimiento sincero
se renueva cada día
anegando de alegría
el vivir en que me esmero.
Ay vida de mis amores
tus bellezas no discuto,
tu poder no lo refuto
ni padeciendo dolores.
Ha habido tiempo de horrores
de llanto, angustia y de luto,
donde dolor siempre astuto
nubló momentos mejores.
Cegado el ojo a colores
por sufrimiento absoluto
y con el ánimo enjuto
sufrí mis penas mayores.
De estas vivencias peores
hoy las ganancias disfruto,
cuando en amargo minuto
tallaste fuertes valores.
Te quiero y me quieres vida
aunque a veces desespero,
de tanto que yo te quiero
viviéndote sigo erguida.
Por ti me siento asistida
desde el segundo primero
y aunque viviéndote muero
no habrá quién mi amor divida.
Ay vida de mis amores
en tu gracia yo reposo
y a tus bondades endoso
el mayor de los honores.
Gozando de tus favores
vivir es maravilloso,
pues es tu amor generoso
prodigio de soñadores.
¡Maravilla de colores!
¡Crisol con néctar precioso!
¡Elíxir de lo glorioso!
¡Mosaico de resplandores!
Oh vida de mil sabores
tenerte es un don hermoso,
gozarte es rito amoroso
en brazos confortadores.
De tanto que yo te quiero
reparo en toda primicia
y acéptola cual caricia
de un amor tan verdadero.
Ay vida de mis amores
estría de mi existencia
recibo con reverencia
tus dádivas superiores.
Son obsequios que pondero
teniendo plena consciencia
pilares son de mi esencia,
mi ventura y asidero.
A ti yo me debo entera
porque amarte es mi derecho,
razón que habita en mi pecho
aunque amándote yo muera.