Tras la nube de oriente se esconde la verguenza,
no pido porque nada quiero y nada espero.
No intento convencerte ni que mi sonrisa te convenza,
pretendo ser el de siempre y demostrarte lo que quiero.
Es hora de querer creer lo que no se tiene,
es hora de creer que quiero tenerte,
se hace tarde y va siendo hora de entretenerme,
contando nubes, soñando fácil, pensando en verte.
Similar a un kamikaze, el cuerpo se rompe,
al igual que ese tornado, arraso los recuerdos,
no quiero ese lugar donde el alma se esconde,
búscame entre tus sábanas, perdido en el silencio.
Réal.*