Elemento incandescente,
abrazando nuestras vidas
en ti me fundo,
en nuestras almas y,
en tí, niño mi hijo tierno.
Me dices que componga un canto al fuego
en ti mi ángel me inspiro
tú, eres ese fuego,
en mis venas
sangre de mi sangre
crisol donde se funden
mis lágrimas... salinas y torrentes,
elemento de castigo que
el Dios de dioses en un mensaje divino,
condenase,en impaz y juicio.
¡Fuego,fuego que todo extingues!
Menos el pensamiento,
fuego eterno que en un mundo abismado,
existes en magma,
en fundentes infinitos,
mi amor por ti mi hijo,
ni el desolador fuego
podrá consumir,mas nunca.
Fuego y pasiones,
entre las caderas
de la madre morena
que parió tus bellos ojos.
Fuego que vistió tu cuerpo,
tu boca y hermosura .
¿Que he de desir,que serían mis versos?
Sin el fuego que me incendia
que calcina mi ser
fuego del espiritu
que te añora en abrazos ,
en nostalgias
hacia ti mi pequeño hijo
mi celestial
fuego que me abraza
estremeciendo mi existencia.
Darío Ernesto Muñoz Sosa Autor