ERAN LOS VERSOS MÁS BELLOS
En una noche sombría
mirando muy fijo al cielo
me di cuenta que llovía…
Era una lluvia de escarcha,
era una lluvia pausada,
como finos hilos de plata,
era una lluvia de versos
plasmados con dedos de nácar.
¡Eran los versos más bellos
que me llegaban al alma!
Y allí estaba la luna
mirando con ojos de garza,
cómo la lluvia de versos
caía sobre mi alma…
sobre mi alma caían
versos de nieve y plata,
de aquel amor lejano
que desde la distancia me ama.
Y aunque la noche era fría
y la escarcha todo cubría,
yo sentía un calor en el cuerpo…
¡Un calor que penetraba en el alma!
Y allí seguía la luna,
con su mirada de garza…
¡Y eran los versos más bellos
que me empapaban al alma!
Felina