PETALOS DE NOCHE

[Amanecer...]





 



... érase una vez una burbuja constelada de puntos suspensivos[...]

    su piel estaba abrigada de lágrimas sólidas
    de sus ecos nacían siempre agujas puntiagudas mal escritas,

    tenía la tez amarrada al soborno de la paz,

    se desnudaba oscura cuando quería despertar,

    hablaba en silencio, gritando aves en la mixtura de los caídos,

    siempre casi siempre drogaba a las sombras
                 con su temperamento de tinieblas,

                     casi siempre exhalaba su aliento gris
    en los corazones aún sangrantes de las granadas
    fecundadas en las festividades de las páginas somnolientas...,

    no quería doler, no lo querría! pero muchas hojas torcidas
                 sentían la humedad trasquilar sus sienes marchitas, 

    en sus miradas de tinta, ser verían caer en manchas,

    y como duele la sangre!!! duele cuando sé es maldita...,

    duele cuando sé es oscura, cuando se siente espesa ...

    cuando se siente sólida, cuando se siente puntiaguda...,

    no es lamento sanguíneo, ver trasparentar las lágrimas,
    pero llueve el arrecife de caracolas desgarradas,
   
                                  caer en diminutas voces calladas,

    anestesiando el umbral de un ojo esclavo de los muertos,

    donde el cielo pegado en el cuerpo
    se hace el despertar de los ciegos

    quebrándose la fruta, nace un huevo,
          y dentro la evolución de un eco,

    nace el cielo,       de sus lágrimas íntimas
    nace para hacer despertar a las sombras
        de sus libros esclavos de las manchas

      de aquel paisaje pintado con el viento
         quemado por el aliento
    ... en luz, en la mirada inventada
        un sol hace arte
        para hacer resucitar al verso. 

     

      Amanece y son tus ojos el cielo

      Amanece y es tu piel mi sueño

      Amanece y es tu boca el amanecer*

      es tu boca, tu piel, tus ojos, los caudales al infinito
      los paisajes fraccionados en mis manos
      los detalles quebrados del cristal

      son tus ojos, tu piel y tu boca, el quebrar de la cáscara
         dejando dormir al despertar
                         en la inmensidad de astros sumirse a un viaje onírico

      es el eco oscilante de tu voz la anestesia de mi muerte
      duermen las sombras........., duerme la noche............,
      es tu esencia y tu cuerpo
          el almacén de los sueños,

      es el amanecer la sonrisa de tu vientre,
                                                          el despertar de la vida,
      es la muerte marchita, tu nombre, tu resurrección, tu despertar, el amanecer

      es la luz que renace de los valles, en la enjaulada odisea de las cumbres,

...   es tu hijo que vuelve de carne y tierra... 






Noviembre, 2013.
Jhoel Pharra.
Ciudad Gris.