De lluvia se formaron sus
pensamientos, sus sentimientos,
de lluvia, de rabia muda,
de silencio porque nació del silencio,
se hizo así mismo del trueno,
de las dentelladas del sol
y de la locura del mar,
se vio eterno, ebrio de lujuria,
de vanidad y ahogado de astucia,
le ha cantado el gallo
y negó su mortalidad
en un concierto de espejismos
de la mano del Leviatan
le a cantado en copa de vino
y su canción el mismo demonio
le a catado, callado, eternizado,
burlado, amenizado y perdido.
En un ocaso de horizontes
amigos del olvido le he dado los labios,
le he olvidado y no hallo
en ningún otro costado tal alivio.