Puedo ser cada mañana
un cuerpo inerte sin latidos
un montón de carne enervada
en un soliloquio sin sentido
Puedo ser un ave desorientada
en la inmensidad de ese cielo infinito
en una infame soledad multitudinaria
que me causa miedo y frío
Puedo ser un ángel sin alas a la orilla del abismo
suplicando que lo salven
recogiendo los trozos de mi alma
que se quedaron en el camino
Puedo ser una melodía disonante
que taladra con fuerza los oídos
repitiendo los acordes de un corazón descosido
que se deshace en hilachos en cada latido
Puedo ser un sueño placentero
o una pesadila que me avienta al vacío
un barco de papel enmedio de un mar embravecido
o en el agua mansa de un manantial tranquilo
Puedo ser un ruiseñor o un ave de rapiña
puedo ser odio o amor, ternura o pasión
pero hoy... hoy no sé quién que soy
perdí la brújula y el espejo en el camino
Sandra García Tenorio
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