flavio alexander

LA LUZ DE TU MIRADA

Es cada una de las sensaciones que despiertas en mi interior

lo que me mueve a perder la razón con cada palabra que sale de tu boca

con cada uno de los gestos que adorna tu rostro

y la manera en que haces que todo cobre sentido a mi alrededor

iluminando todos mis días con la luz de tu mirada.

Has conseguido levantar tan alto mi mundo poblado por fantasías

que me atemorizó al creer que mi sueño puede chocar contra la realidad

si acaso tu decidieras no darle una oportunidad a este corazón

que lo único que busca es procurar tu felicidad

pues tu sonrisa es lo único que llena mi vida.

Tiemblo cuando tus manos tienen un roce contra las mías

ansío el momento en el que nuestras pupilas se crucen

aunque sea durante el segundo más infímo

porque me basta tener un solo y diminuto recuerdo

de las cosas maravillosas que puedo contemplar con la luz de tu mirada.

Quiero andar por tu mismo camino y observar las cosas que tú ves

deseo que te des cuenta de la llama que has encendido en mis sentimientos

y llegar a conocer como se sienten tus labios contra los míos,

pues mi más grande anhelo se ha convertido en tu boca

que ha conseguido quitarme el aliento aún sin tener la certeza de su sabor.

Decir que te amo, es poco para describir lo que realmente siento

que va mucho más allá de cualquier cariño que haya podido profesar

eres la razón que justifica mi existencia, mis palabras y mis acciones

solo tú tienes el poder de hacerme vacilar y al mismo tiempo

enfrentarme al mundo con la luz de tu mirada.