Lanzo la piedra
Pero no veis la mano;
Menos, mi rumbo.
Corazón fiero,
Latido necesario;
De un alma en trance.
Arrecian olas
Y escapan las gaviotas.
Veo el arco iris
Sonaba el trueno
Vibraba todo el valle;
Briosa berrea.
Sí, lluvia fuerte,
Copiosa y persistente.
Yo, siempre seco.
Suelta las hojas
El roble recio y fiel.
¿Ducho y feliz?