En la oquedad,
en las tinieblas,
en lo profunda soledad,
en el desierto,
hay que reconocer una verdad.
Abrir los ojos en el fondo
del profundo pozo,
secar las lágrimas,
mirar al cielo una vez más
y decirle al corazón,
que a pesar de todo
hay vida después del dolor.
Hay vida, únicamente,
gracias a Dios,
porque todavía no ha llegado
la hora de la partida.
Hay vida, para crecer,
llorar, pero también reír.
Hay vida, que suena en el alma
como una canción.
Grácil como el batir
de las alas de mariposas,
Fuerte,
como él águila que se remonta.
Hay vida a pesar del pasado,
a pesar del presente,
Incluso,
a pesar del futuro,
hoy hay vida.
Y si un día llega la muerte,
como dijo Benedetti:
\"Será un síntoma
de que hubo vida\".
- Mis Sentimientos