Esta noche creo en tu amor,
creo en la vida y creo en Dios,
creo en la salud, en el amanecer
de un mañana donde tú estés.
Cuando llega la hora del sueño,
hay amor en lugar de miedo
y al cerrar los ojos
está tu aliento,
en lugar de tormento.
Esta noche creo en tus besos,
me los merezco,
nuestro aliado es el viento,
él te dice mis sentimientos,
él me dicta tus pensamientos,
nos susurra al oído
nuestro secreto,
en un eterno silencio,
en un abrazo
sin nuestros cuerpos,
sólo con nuestro anhelo.
Creo que me duermo
abrazada a tu pecho,
te siento a mi lado,
no es un sueño,
siento que me sientes,
como si fuera cierto,
ahora, siempre
y eternamente lo creo.
Qué importa
si es falso o es cierto,
amor mío, yo a ti te quiero,
lo mismo vivo que muerto,
lo mismo bueno que malo,
lo mismo sabio que necio,
tanto si estás aquí,
como si estás lejos.
Tú también piensas en ello,
porque en mi suspiro,
siento tu mirada,
oigo los gritos de tu deseo,
porque en la música,
oigo tu corazón,
que se queja de dolor,
que me quiere acariciar
y mis heridas curar.
Creo que me quieres,
que me necesitas,
que me deseas en silencio,
en tu más profundo
y secreto pensamiento,
en el más recóndito
espacio de tu alma,
en todas las neuronas
de tu cerebro,
en todas las células
de tu cuerpo.
Ahí amor mío estoy yo
siempre contigo,
y esta noche reposo,
esto es bien cierto.
Cada vez que cierras los ojos,
ves mi imagen y mi rostro,
escuchas mis palabras, mi voz,
al igual que las tuyas escucho yo,
en ese espacio,
desde aquí hasta allí,
donde tú respiras en el tiempo,
el aroma de mi amor,
oyes el susurro de mi canción,
la melodía de mi joven corazón.
Sí, esta noche creo en la gran dicha
que comienza con nuestro amor,
creo en tu paz, creo en tu verdad,
en tu gran corazón y creo en Dios.