En ese momento... Tus verdes se cruzan con mis pardos.
Y por un segundo somos como peces escurridizos
En honda laguna jugando a rosarnos sin final.
Te pienso, te miro y te grito para que sepas que existo,
Que voy por ti, tu cierta indiferencia
Me susurra que no me detenga,
Sin saber en que terminará, no vacilo.
Me gusta esta incertidumbre que me causas.
Pero aún así lo único seguro es que jamás serás mía
Pero así te quiero, así de simple, así de iluso.