A Mathilde
¡Oh madrugadas, altamar del alma,
saliva verde de tus besos
entre las sábanas saladas, sábanas salvajes
de tus olas!
¡Oh madrugadas, altar sagrado de tu ofrenda,
flujo y reflujo, ascenso y descenso de tu marea,
ir y venir para morir en ti, mujer,
Mar de mi alma!
¡Oh altamar estrellado de tus madrugadas!