Su cuerpo, consumido por el dolor,
En silencio, languidece lentamente,
En su mente, el recuerdo del amor,
Que siendo fuerte, profesara a su gente
Su lecho, hoy, rodeado del calor,
Recibiendo, el cuidado de su gente,
Alguien, seca el sudor en su frente,
Una plegaria, es cantada con fervor
Hoy, en su lecho, un amigo muere,
Tras él, se va un pedazo de mi alma,
En mi corazón, queda agonía sin calma,
Dolor que me destroza, tristeza que hiere
A partir de hoy, ya no será igual la vida,
En su lecho, veo a un amigo casi muerto,
Ante él, todo cambia en el momento
En que una lágrima, ha anunciado su partida.