Llueve…
Quisiera absorber las gotas que caen en tus labios,
las gotas que se anidan en tus cejas,
que se desbordan en tus ojos ,
que se deslizan en tus preciosas mejillas.
Llueve…
Quisiera abrazar profusamente tu cintura,
sentir lo torrencial de tu blusa,
agua y maná son las dulzuras
de las palabras que pronuncias.
Llueve…
Me has empapado, calado de amores
y siento relámpagos en mi ser.
Chispeas caricias que hacen renacer
los sueños derrochados del ayer.
Llueve…
Deslizas abrazos y me inundo
en la antífona de tus caricias,
nado pero en mis labios hay afonía
porque es fuerte en tu boca la melodía.
Llueve…
Salpica, patinan halagos tu cuerpo
enamorando mis novatos luceros.
Fluye en cada llovizna un año nuevo
para arroparme más en tu aliento.
Llueve…
Mojas las grietas de mis heridas,
sienten salubridad mis emociones,
la paz se hizo diplomacia en los rincones
del alfolí de mis pasiones.
Llueve…
Permíteme bailar contigo en la lluvia, preciosa,
tomar tus manos y humedecerme ;
reír como niños, sonreír para no empobrecerme
de tu amor con el que Dios pudo bendecirme.
Daniel Badillo