Que mis lágrimas corran a raudales
que se vuelvan ríos y lleguen hasta el mar,que se mezclen allá con sus arenas y se vuelvan piedras o gotas de cristal
que se mezclen con sales de sus sales que se pierdan en su profundidad, en el día que dejes de quererme ese día en que me vayas a olvidar
así por dentro me quedaré vacío y mi alma seca ya no volverá a amar.