Si percibes que la vida mía,
se pudiese opacar, cual neblina,
no pienses que el vivir termina,
te vislumbro, estrella matutina,
fulgurando la existencia mía.
Si percibes que una sombra,
para enlutar el alma, me ronda,
no me dejes caer en pena honda,
escucha mi voz que te nombra.
Si percibes el paso del invierno,
cargando de fríos al alma,
te espero, entibia mi alero,
te ha de servir de morada.
En tus brazos sostenme fuertemente,
irrádiame con el fulgor de tu mirada,
estréchame en tu pecho, ardorosamente,
y junto a ti, no me pasará nada.
Felina
SI PERCIBES QUE LA VIDA MÍA.