No puedo creer que te haya conocido,
y mas que fijaras en mi toda tu atención.
Aún siendo yo tan solitario y esquivo,
tú lograste llenar mi mundo de inspiración.
Y no pude escapar nunca de tu mirada,
que aunque lo intentaba con desespero,
tu locura, tu pasión grande y desbordada
te guiaba siempre hasta mi paradero.
No puedo creer que me hayas olvidado.
¡No! Me niego a creer esta realidad
en donde tu esencia me ha abandonado
y dejado a mi suerte, en mi soledad.
Y ya sea por expiar todos mis pecados,
o porque no hay para mi un ser divino;
Mis graves lamentos no han sido escuchados
por deidad alguna ¡Que cruel mi destino!
No puedo creer que te haya conocido,
cuando mi vida pasiva no te buscaba.
Hoy me duele, que lejos te hayas ido;
mientras con fuego, tu nombre se marcaba.
Asherom