Morir, soñar sin ningún ensueño,
Simplemente aceptar que ha llegado
El fin, morir sin ningún cuidado,
Sin guardar el más ligero sueño;
Más que muerte alcanzar el Nirvana,
Donde nuestros cuerpos preparamos,
Sin ningún dolor los entregamos
Para que evolucionen las almas;
Llegar a otros ambientes sutiles,
Plenos de la más pura energía
Donde no habrá ya noche ni día
Ni más intereses mercantiles;
Mirar la escala de caracol,
Por donde se trasciende a los cielos
Do se realizan los anhelos
Do no hay luna ni siquiera sol;
Retroceder a nuestras raíces,
Recobrar la plena omnipotencia,
Alcanzar limpia clarividencia
Para diferenciar los matices
De la esencia con que nos forjamos;
Somos luz que los tiempos trasciende,
Fuego sutil que cuando se enciende
Nos trasmuta en algo más que humanos…